Cuando se pierde el sendero,
y el amor que ilumina el camino;
ya nada nos devuelve el tino,
con el que caminábamos enteros.
Oh Luz! Que nos guiabas luminosa,
por aquellos verdes prados
felices.
Hoy nos hemos tornado infelices,
por no saber mirar tu luz hermosa.
¡Oh apacible camino verdadero!
¿por qué rehuyes mi pisada firme?
Te prometo no perder el sendero,
ni de tu vereda volver a irme.
¡Oh agradable camino verdadero!
déjame que te siga con pie firme.
Enero de 2.008